El Salar de Uyuni

Entramos en Bolivia cruzando la cordillera de los Andes, exactamente por el paso Ollagüe, un paso en medio de la nada y al parecer poco transitado… donde nadie se interesó mucho por nosotros. El oficial de aduana que reviso nuestros pasaportes creo que ni siquiera nos miro a la cara para comprobar que éramos nosotros… eso sí, solo nos dio 30 días de permanencia en el país, algo que nos pareció muy raro porque en todos los otros países siempre nos autorizan a estar 3 meses, osea, 90 días. El otro oficial encargado de los papeles del coche se portó bien y nos dio los 3 meses, además se conformó con revisar a cactus solo desde las puertas de atrás… y así fue como entramos en la tan anhelada Bolivia!
Después de 6 meses de viaje por fin pasábamos página y dejábamos atrás a los «ches» y a los «pos» 🙂

Conducimos por caminos de arena sin ningún tipo de señalización y sin GPS (tomtom no incluye los mapas de Bolivia en su versión mundial….) solo usando la aplicación maps.me desde el móvil, la cual podemos decir que nos ha salvado el culo en más de una ocasión. Llegamos a San Juan, un pueblo muy pequeño en el cual solo vimos a un par de personas, después de preguntar en varios sitios conseguimos una ducha en un hotel por 5 bolivianos (menos de 1€) y un pollo entero para cenar el cual parecía recién salido del corral (creo que aún tenía alguna pluma!) en ese momento me volví a plantear el vegetarianismo….

Al día siguiente queríamos llegar a Uyuni y prepararnos para el salar, conseguir algún mapa, saber qué hay q ver… Cargamos combustible a precio «europeo» en una casa particular y con bidones, y preguntamos a la amable señora que nos atendió (la cual lo primero q hizo fue subir a cactus a ver cómo era) cuál era el mejor camino para llegar y nos dijo, sin dudar, que lo mejor era atravesar el salar, que sería como agarrar la autopista!

Y eso es lo que hicimos, seguimos por caminos de arena hasta Tanil Vinto y allí después de pagar 10 B (1,5€) entramos en el famoso Salar de Uyuni! Estábamos impacientes y expectantes sobre cómo sería, al principio había como un camino de tierra bien delimitado que conducía hacia el interior del salar mientras alrededor la superficie estaba cubierta de sal pero mezclada con tierra y barro. Seguimos avanzando, el camino desapareció y todo se volvió  blanco, estábamos rodeados de sal! Y el sol se reflejaba muy fuertemente en todas partes. Nos pusimos las gafas de sol y bajamos de cactus para un primer contacto con ese paisaje de otro planeta! El suelo era blanco, muy duro y cubierto de una especie de formas hexagonales que solo se rompen en los caminos por las marcas de los autos que circulan por ahí. Nos sacamos algunas fotos y alucinados y felices continuamos el viaje.

Conducimos y conducimos y pasaron las horas y el paisaje seguía siendo exactamente igual, el blanco de la sal contrastando con el azul del cielo y solo en algún punto del horizonte lejano se veía algo de tierra.

Pasamos cerca de unas «piscinas» y excavaciones donde había un montón de camiones trabajando y pensamos que estarían extrayendo sal pero más tarde supimos que lo que se extrae es litio! Empresas asiáticas descubrieron bajo el Salar una gran fuente de litio y realizan perforaciones hasta los depósitos de éste para extraerlo. Con el litio se fabrican baterías, ordenadores, televisiones y varios dispositivos tecnológicos, por eso está considerado un recurso estratégico para el futuro de las naciones industrializadas.

Pasó otra hora y aquello parecía interminable, maps.me. no sabía localizarnos correctamente y nuestras brújulas no se ponían de acuerdo! Por suerte un coche de los trabajadores, al vernos, paró a preguntar hacia dónde estábamos yendo y nos indicó el trazo a seguir hasta Colchani, lugar desde donde se entra al Salar cuando se viene de Uyuni. De camino vimos muchos autos juntos en un lugar lejano y nos dirigimos hacia allí, seguro que había algo interesante! Al acercarnos vimos que se trataba del monumento de sal construido para el rally Dakar, el cual ha pasado 2 años por este lugar. 

Salimos del Salar y llegamos a Uyuni, nos sorprendió el mal estado de las casas y las calles, ya que el pueblo recibe cientos de turistas cada día, a donde va todo el dinero de las agencias turísticas? Probablemente a algún rico pez gordo al que no le importan nada los habitantes del lugar… Por la noche nos reencontramos con Kelsey y Gui, nuestros amigos de Americano Frenchpress, y acampamos con ellos en el Cementerio de Trenes. Al despertar investigamos el lugar juntos y sacamos muchas fotografías. Aquí hay muchas locomotoras y vagones de tren abandonados procedentes de una antigua ruta ferroviaria que unía Uyuni con Antofagasta en Chile, transportando minerales.

Despues de los típicos quehaceres de la «vanlife», como cargar agua, buscar una ducha, buscar internet y cargar combustible… Volvimos al Salar y nos encaminamos a su extremo más oriental donde se encuentra el volcán Tunupa (5432m), el camino se hizo eterno! Hay que recordar que el Salar ocupa una extensión de 10580km* !!!  En algún punto del recorrido paramos a comer, estábamos completamente solos, rodeados de esa gran inmensidad blanca…. Las vistas más espectaculares que he tenido nunca durante mi hora de comida 🙂

Al fin llegamos al pie del volcán pero no pudimos visitar unas momias que allí se encuentran porque celebraban alguna fiesta en el pueblo y estaba cerrado (vimos a muchas personas borrachas bailando y cantando!) De lo que sí que disfrutamos fue del paisaje a orillas del Salar, donde vimos un gran grupo de flamencos pescando en una especie de laguna chiquita que se había formado allí. Estaba empezando a atardecer, la luz era increíble y encontramos nuestro reflejo! Esos espejos que se pueden observar en el Salar cuando llueve, y que confunden el cielo y la tierra, no fue lo mismo por estar estar en época seca, pero fue muy bonito.

 

Disfrutamos de la puesta de sol desde la isla Incahuasi, la más grande de las islas del Salar , la cual está repleta de cactus gigantes! Y fuimos a dormir a otra isla más pequeña a unos 20 km, donde encontramos a Juli y Sam, otros viajeros aventureros que viajan en moto y duermen en tienda de campaña! Pasamos una bonita y tranquila noche…

Y al día siguiente seguimos maravillándonos del paisaje, hicimos una caminata entre cactus gigantes y tomamos las típicas fotos divertidas jugando con la perspectiva. 

Para ver más fotos de Bolivia pulsa aquí.

 

13 comentarios en «El Salar de Uyuni»

  1. Saludos, espero que hayan solucionado su problema con el embrague, les di algunos consejos cuando fueron a Hansa en busca de repuestos.
    Buen viaje

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  2. Hola los cactus!
    We met on the road before potosi. I hope you enjoyed the altiplano !
    We also survived in the Sur Lipez, some tracks were very bad around sol de manana and my front shaft has been more damaged. You told me you know some places to fix it in Santiago ?
    Have good trip
    Olivier

    Responder

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